viernes, 4 de mayo de 2007

!!! LA VISITA QUE NUNCA EXISTIO !!!


Con todo no podía expulsar de mi mente la idea fija de quien sería esa persona que día a día veía, tenía algo peculiar nunca lo vi sonreír, vivía en un silencio sacramental, pero mi curiosidad crecía pues tenia ciertos rasgos de mi. Un día sin más, tome papel y dejé una nota en la puerta, decía: No se su nombre, sólo lo invito a que pase por mi apartamento para tomarnos un café. ¡Le espero!!! Pasaron días, lo seguía mirando con su misma camisa azul, un reloj tan viejo que ni se veían los números. El sólo me miraba pero nada de mi oferta. La ansiedad hacia presa de mi; que misterio porque parecía un ser consumido, sin vida, ni color pero algo me decía que tenia su historia y su razón de verse así. ¡Sorpresa!! Un día, veo una nota, decía: A las 6 p.m. Nervios y sudor recorrían mi mente y cuerpo. Comencé a acomodar mi cueva, poner en orden todo lo que estaba fuera de lugar; revisé mi despensa, había café, agua bendita, porque la recojo en época de lluvia, cuando cae del cielo, la pongo en botellas; tenía sodas, jugos salí compré pasteles, puse música ya todo estaba listo. Miraba mi viejo reloj, que ni la hora se veía del tiempo. Faltaba ducharme al terminar me puse mi camisa azul, sólo faltaba saber si estaba despierto. Hoy tendré una visita; puse mis libros frente a mi mesa de sala, para impresionar a mi invitado. Sería el protagonista de nuestra reunión. De pronto suena el timbre y ahí estaba con su camisa azul su viejo reloj igual que el mío, quizás más antiguo. Cuando lo miré me dio la impresión que flotaba en vez de caminar. Se notaba débil. Le pedí que pasara y tomará asiento. Gracias, dijo y entró. Me dije adentro de mí, ¡al menos habla!!! Le serví café y pasteles. Me miró fijo, sintiendo aterradora la mirada, que salió de su existencia. ¿De que quiere que hablemos Vince? ¿Como sabe mi nombre? Me contestó, Sé más de ti, lo que pasa es que lo olvidas todo, porque lo pones en una caja con llave y nunca la abres. ¡Bueno ahora el sorprendido soy yo! ¿Que sabe de mi?, le pregunte. Bueno Vince, tenías inquietud por saber de mí ¿no? y yo he esperado mucho, para en tu cara decirte quien soy yo y quien es Vince. ¿Por donde comenzamos? Diga usted, ¡Estoy muy confundido! pero, ¡Hable por favor! Mira Vince me tomaré el café porque soy cortés o quiero serlo. ¿Sabes como llegue hasta aquí sin las fuerzas vitales? No lo sé pero dígalo. Vince, haré un poco de historia, ¿Realmente quieres repasarla? ¡Claro venga!!! ¡OK! Yo un día era joven lleno de vida, tuve un hogar, infancia, pero crecí y ahí comenzó el rollo. Y mi comienzo de lo que ahora soy. Fui tomando formas, pensaba que el mundo era sólo para aplastar a los mas débiles, primero comencé hiriendo personas. No lo sabía, pero jamás me pare a pensar de porque lo hacia. Vince ¿Te acuerdas cuando en tu juventud, ni las rosa del jardín de tu casa mirabas? ¡Si! ¡Creo recordar algo! ¡Yo hacia lo mismo Vince! Una vez tenías a tu mejor amigo, que te respetaba y quería. Su nombre Marcos. ¡Sí, si me acuerdo! ¿Olvidaste que un día en tu prepotencia arremetiste contra el? ¡Lo insultaste, diciéndole cosa horribles, te mofaste de la enfermedad que lo hacia vivir preso en su silla!!! ¡Lo acabaste Vince!; ¡Hoy no es nada! Un manojo de lo que fue un amigo. ¿Pero sabes lo mejor? ¡Yo hice lo mismo que tu! Este hombre era tan cruel como yo comencé a sentir que mi pecho se estrechaba. Le pregunté; ¿Todo eso hice? Si Vince y más, más. ¿Cuántas veces pasabas frente a la vieja Elsa, la que tanto te mimó cuando pequeño en tu barrio? El día que se resbalo y al piso cayó y tú ni miraste, te montaste en tu coche. ¿Porque no la levantaste Vince? Porque ya no quería seguir escuchando, sólo quería huir; pensaba que vivía mi libertad y destruía mi existencia. Vince... ¿Que te dice el nombre de Beatriz? ¿Lo olvidaste? ¡No!! No podría, fue mi primer amor el más puro que toco mi piel y mi alma. Vince ella te lo dio todo y tú la aplastaste cayendo en brazos de una falacia! ¿Pero sabes que yo hice lo mismo? Amigo somos bestias; se refugió en su dolor se escondió del mundo que no existía, te llamaba y tu blindado y ella hasta su vida dio!. ¡Para amigo!, ¡para! Le dije. No Vince... tu me invitaste! Hoy llegaré hasta el final, hacia la cumbre de tu dolor, ella atrapada sin salida, te llamo días antes de poner fin a su historia. Vince, no la mataste la despreciaste y le compraste el pasaje. Beatriz se suicido horas después que colgaste el teléfono. Haz llegado muy lejos Vince!. Sé que hoy haces tu camino pero será siempre viaje de ida! fue placer pasar por aquí. ¡Veo que usas la camisa del mismo color!!! ¡Tenemos el mismo reloj! Vince ¿Sabes algo? ¡Yo soy Vince! ¡Sí! ¡Soy tú! En esto te convertiste, en un ser vacío, eso ha sido lo peor que has hecho con Vince! Y no estas loco, hablaste con Vince o lo que queda. ¡Vamos!! Tenemos que poner el poema. ¡Termina las dos tazas de café, deben estar frías, apúrate

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